sábado, 26 de octubre de 2013
¡ A mundo ! . Esos Maestros de antes.
Ante la infeliz --Juerga Universitaria--, que busca paralizar y destruir a mi país, me
permito entonces interrumpir la secuencia de mis trabajos históricos y escribir
este recordatorio.
No hay duda que el destino del hombre
depende en gran parte del proceso de enseñanza-aprendizaje y
sobre manera, quienes la imparten, es decir, los educadores. La educación
como todos sabemos, es la transmisión de la cultura de una generación a otra y
cultura es todo lo valorativo que hace
el hombre, superando siempre lo que hacemos hoy a lo de ayer. Pero la
educación, aparte de transmitir, tal como nos lo señalara un viejo y eximio
pedagogo en uno de sus escritos “debe
desempeñar también otro papel, el de ser una especie de filtro sanitario que
intente retener la hez de la mala
condición humana, y dar paso hacia el presente y hacia el futuro a sólo aquel
limo fecundante y útil para la realización integral del hombre”
Nadie puede, empero, vivir sólo del
pasado. El presente sobre todo, juega un papel decisivo. De allí que sea
necesario tener ahora, docentes idóneos que cumplan dignamente su deber. Que
sigan los senderos de --Esos Maestros de
Antes--, que lo daban todo por el engrandecimiento de la Patria, que no
conocieron paros y menos pasar por ese
desvergonzado hecho de cobrar sin trabajar.
Esos maestros de antes cumplían
horarios que iban más allá del tiempo
establecido, sin pasarle jamás factura al Estado por las horas laborables.
Cuando tomaban el “Calendario Escolar”, lo hacían para trabajar en la
planificación (anual, mensual y diaria) y no para buscar el día de hacer “puente”. ¡Claro !, porque esos héroes de la
docencia tenían una elevada concepción del cumplimiento de su misión redentora
y pedagógica.
Aún me parece oír al Director del viejo Pedagógico de Caracas, en el
acto de recibimiento de los aspirantes a ser profesores de Educación Media,
cuando con palabras más o palabras menos, nos dijo:
¿ Quienes deben venir
al Instituto Pedagógico Nacional ?. Respondiendo él mismo de esta manera:
Los jóvenes física y espiritualmente sanos.
Los jóvenes para
quienes el ideal de ser útiles
a la Nación esté por encima de cualquier otra
consideración.
Los jóvenes que desean
asegurarse una existencia decorosa; pero sin pretensiones de lujo ni afán de
lucro.
Los jóvenes que posean espíritu de
disciplina y de superación constante y
anhelen una nueva República, unida, fuerte y solidaria.
Quienes no posean tales
atributos, no deben venir al Instituto
Pedagógico.
Finalmente: Para buen entendedor; sobran
las palabras.-.
Las Promociones de antes. ¡ A
mundo !
Siempre he visto con preocupación desde
mis últimos años como profesor activo, los llamados padrinos y nombres que
llevan las promociones de los alumnos que egresan de nuestros liceos
venezolanos.
En la actualidad observamos que los
jóvenes, con sus excepciones por supuesto, no buscan en sus escogencias a
personas que reúnan la integridad de un hombre, por ejemplo, como el finado
médico Francisco Torrealba.
El sabio Torrealba + vivió en forma muy humilde en su
tierra guariqueña, entregado a erradicar el
infestado campos venezolano de entonces
con “El Mal del Chagas” y quien viniera a
Barquisimeto a comienzo de los años sesenta a asistir a los actos de la “Promoción de Bachilleres” que llevaba su
nombre en el Liceo Lisandro Alvarado, con los gastos de alojamiento pagado en
su totalidad por los propios alumnos, ya que su pobreza en dinero y su rectitud de hombre probo no le permitían
prestarse a los llamados “Bonches Etílicos” de ahora.
Esos bachilleres de antes buscaban nombres
esclarecidos para sus promociones, porque de una u otra manera se identificaban
con el personaje escogido y a quienes
siempre trataban de emular. Se seleccionaban hombres y mujeres que con su
ejemplo los orientaran hacia una vida digna; hombres y mujeres dados por entero
al servicio de la Patria que los vio nacer.
Por tal recuerdo al Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa cuando en el
viejo Pedagógico de Caracas el magister dixit: “ Quien no tiene mente limpia no puede
acercarse a los jóvenes para conducirlos; quien no tiene corazón sincero es
incapaz de inspirar sinceridad a los
jóvenes” .- Avergüénzate joven, decía Ingeniero, de torcer tu camino, cediendo
a tentaciones indignas. Si eres poeta, no manches la túnica de tu musa; y si
eres maestro, no engañes.
emplugones33@gmail.com.
emplugoness@hotmail.com
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