jueves, 21 de abril de 2011

Bolívar y sus Amores...

     (Bolívar Don Juanesco)

Bolívar y Bernardina Ibañez

De la Melindrosa a Manuelita.

     El 7 de agosto de 1.819 Bolívar triunfó en Boyacá, que había tenido por prólogo los importantes combates de Gámeza y Pantano de Vargas. Estos triunfos le abrieron las puertas del Sur que luego se cristalizaría en Pichincha, Junín y Ayacucho.

     Dos días después de la victoria de Boyacá, el Libertador  llega a Bogotá. En fecha posterior regresa a Venezuela. Se unen Venezuela y la Nueva Granada fundándose así la República  de Colombia, mejor conocida como “La Gran Colombia” y que tuvo una duración antes de desintegrarse, de diez años. Bolívar ocupó la Presidencia todo ese tiempo. Se escogió como capital de la nueva República y sede del despacho presidencial a la ciudad de Bogotá.

     Bolívar después de Boyacá hace su entrada triunfal en Bogotá y durante su estada incluyendo la época de la Gran Colombia, conoce a una distinguida familia de apellido Ibañez, donde sobresalían varias hermanas por su belleza y hermosura, quedando Bolívar al verlas  y tratarlas prendidamente enamorado de una de ellas, la señorita Bernardina Ibañez, a quien bautizó como la “Melindrosa”.


     El general París, anotaba en su “Diario”, a los dos días de haber entrado en Bogotá, lo siguiente: Bolívar es muy popular entre las damas; pero él sólo le hace sus fiestas a Bernardina Ibañez. Pero la bella Neogranadina que merecía tan excepcional preferencia, ya estaba enamorada del coronel Venezolano Ambrosio Plaza y casó con él poco después. Plaza murió en Carabobo al año siguiente de su matrimonio en 1.821. En 1.820 en carta de Bolívar a Santander, aparece fugazmente una pincelada de poesía y amor. Leámosla:” Qué interesante estará la sentimental Bernardina suspirando, leyendo y hablando del ingrato Plaza… Y dos meses más tarde le escribe al mismo: “Dígale Ud. muchas cosas a Bernardina y que estoy cansado de escribirle sin respuesta. Dígale que yo también soy soltero, y que gusto de ella aún más que Plaza…”Obsérvese que en este apasionado párrafo, Bolívar insinúa por segunda vez, la posibilidad de casarse. El Libertador después de la muerte de Ambrosio Plaza vuelve a cortejar a Bernardina. En enero de 1.822 le escribió desde Cali y en el sobre ponía: “Para La Melindrosa y más que melindrosa, bella Bernardina”. Es ésta una carta rebosante en grado extremo de pasión y sensualidad. En otra carta a Santander, en 1.824 la vuelve a recordar pero ahora la llama: Doña Bernardina. Es que ya estaba definitivamente fuera de su vida .Por extraño contraste Bernardina, casó en segundas nupcias  con el Dr. Florentino González quien participó en la conjura que intentó en la noche septembrina asesinar al Libertador en 1.828.

Bolívar y Bernardina


    Nos diría finalmente Don Cristóbal L. Mendoza que aquella excitación superlativa de la imaginación y los sentidos que le habría provocado la bella Bernardina, se apagaría con la marcha al Sur donde esperaban al Libertador más violentas y duraderas sensaciones al calor de los atractivos y las prendas de Manuela Sáenz, quien le da todo cuanto él puede desear en una amada: El encanto de la hermosura, el ardor pasional, la fervorosa adhesión a su persona y a sus ideales. Bolívar se une a ella de un modo irrevocable y hasta el propio fin de sus días con un nexo en el cual se mezcla la pasión sexual y la atracción irresistible de sus excepcionales cualidades. 
  

     Es interesante saber que la gran prensa y los esclarecidos escritores de los siglos XVIII y XIX recogieron en sus trabajos la vida heroica de Bolívar, con sus victorias y reveses, después de las batallas de Pichincha y Bomboná en la mañana del 16 de junio de 1.822 hizo su entrada triunfal en la ciudad de Quito, capital de la actual República de Ecuador, el Libertador Simón Bolívar , hecho que fue publicitado a grandes titulares por los medios de comunicación social de la época y que los grandes periódicos de los países americanos y del mundo lo tomaron para darlo a conocer.


     Entre estos escritores escogimos al periodista, polígrafo y poeta parnasiano colombiano Cornelio Hispano (1.880 – 1.962), seudónimo de Ismael López, quien vivió y dirigió en Caracas “El Diario de Bucaramanga”, donde expuso la siguiente recopilación:
     Cuando el Libertador hizo su entrada triunfal a Quito, la ciudad estaba de gala: Arcos, banderas, festones, trofeos, hacían por las calles que debían ver pasar al vencedor. En las afueras de la ciudad, bajo lujosa tienda de campaña, se le sirvió al héroe. Desembocaba a la plaza principal la cabalgata, cuando Bolívar sintió caer sobre su cabeza una magnífica corona de laurel y olivo adornada con cintas de colores; levantó la mirada al balcón desde el cual se la habían arrojado y vio una hermosa dama que con el fulgor de sus ojos negros hizo bajar los suyos, acostumbrados a mirar de frente el peligro, la muerte y la gloria. A las puertas del Cabildo doce bellísimas niñas, vestidas de blanco, coronadas de rosas, depositaron en las sienes de Bolívar una corona de laurel. Por la noche se le ofreció un suntuoso baile.




La Coronela Manuela Sáenz hoy Generala Post Mortem del Ejercito Bolivariano de Venezuela



     --La Señora Manuela Sáenz de Thorne — dijo Don Juan Larrea al presentar una dama al Libertador.

     Este reconoció en la presentada a la bellísima mujer de los ojos negros que le había arrojado la corona desde el balcón de una de las casas de la plaza.
     Aquella dama se había de llamar después, para los contemporáneos “Manuelita la Bella”, y para la historia “La Libertadora”. Manuelita fue la más afortunada de las queridas de Bolívar la que compartió su lecho por más largo tiempo, la que más disfruto de su confianza. Ella fue la brillante compañera de los días de gloria y la fiel compañera de los días de desgracia; dos veces salvó la vida de su amante y, cuando él murió, se retiró a una lejana playa del océano Pacifico (Paita) donde hasta en su fresca ancianidad rindió culto a su memoria”.


Bolívar y la Gloriosa.


     Es casi imposible en este limitado espacio que podamos recoger los nombres y números de mujeres que compartieron con Bolívar, su anecdotaria vida romántica.
     Ya en la postrimería de su corta vida, se le conoce a Bolívar una bella joven que va a activar su desgastado motor sensual y cerrar con broche de oro sus líricos y emotivos episodios amorosos. Esa hermosa fémina fue la guayaquileña Joaquina Garaycoa”La Gloriosa”.

     Enfoquemos fugazmente la actuación protagónica y pasional de esta memorable dama.

     Cuando la esbelta guayaquileña Simona Joaquina Garaycoa durante sus intercambios sentimentales con el libertador, bien en forma personal o epistolar, siempre lo llamó “Mi Glorioso” y a su vez Bolívar le respondía a ella con el cariñoso apelativo de “La Gloriosa”.

     Ya rumbo Bolívar a Santa Marta recibe una carta fechada en Guayaquil, de su fiel y consecuente admiradora, la señora Joaquina Garaycoa;”Que es un bálsamo derramado por las puras manos de la mujer apasionada sobre las heridas sangrantes. Veamos entonces fragmentos de la carta:
     “Mi Glorioso”: Yo estoy fuera de mi, me aflijo, me espanto, no me entiendo cuando considero que Ud. estará ya fuera de Colombia…


      No hay palabras que transmitan mis sentimientos hacia mi Libertador, el Padre de Colombia… Yo me reanimo al considerar que siempre tengo a Ud. en mi corazón… Dígnese Ud. recibir las consideraciones de mi madre y de cada uno  de ésta su casa, el respeto ilimitado… y las más cordiales aficiones de su invariable admiradora que tiene la gloria de suscribirse con los grandes títulos que Ud. mismo le dió en su generosidad.

     Firma Gloriosa Simona Joaquina Trinidad… y Bolívar

     Llama la atención que doña Joaquina le añadía al final de sus propios nombres el apellido: y Bolívar.

     El libertador respondió a esta última carta de Joaquina , manifestándole su desinteresado afecto y al despedirse de ella, le envía un “Tierno Adiós” exteriorizando así sus sentimientos a distancia en esta poética epístola; y como Dante dice de ella lo que no se había dicho de mujer alguna: El amor divino, el amor universal por todas las criaturas, el amor que mueve el Sol y las demás estrellas y finalmente, dejar entrever que la “Gloriosa” no es la hembra cuya posesión se desea, es Beatriz que lo convida a pasearse juntos por las regiones celestiales del amor ideal, al platónico. 



 
Emmanuel P. Gonzalez Espinal
emplugones@hotmail.com

martes, 19 de abril de 2011

Bolívar y la bella Josefina



(Bolívar Don Juanesco)



     A raíz de la caída de la dictadura perezjimenista, me encontraba trabajando 
y estudiando en la capital de la República.

     En esos inicios de los  sesenta, asistí a una actividad cultural en homenaje a la heroína Josefina Machado. En dicha reunión se encontraban los parientes más cercanos, de manera especial, los hermanos Gustavo y Eduardo Machado Morales quienes para esa época eran unas de las figuras políticas y revolucionarias más relevantes.

     El acto se desarrolló con mucha emotividad, con ardor revolucionario y de sobremanera con mucha jocosidad, especialmente cuando le tocó cerrar la reunión al Dr. Eduardo Machado a nombre  de los familiares descendientes de la osada Josefina, quien provocó gran hilaridad entre el público presente, al señalarle en forma irónica al Orador de Orden, quien minutos antes se refirió a Josefina Machado como la novia del Libertador, que después de María Teresa, Bolívar nunca más tuvo novias.

     Josefina Machado era una de las linajudas representantes del mantuanismo caraqueño. Fue amante  del Libertador y lo acompañó en persona en los escenarios de la guerra en los difíciles años de la Guerra a Muerte (1.813, 1.814, hasta 1.816 inclusive), donde vivió momento heroicos y de terror con la presencia de Boves,la “Emigración a Oriente” y finalmente, la caída de la Segunda República.

     En fecha posterior la bella Josefina tuvo que ir al exilio donde pasa muchas penurias, como todas las familias patriotas que vivieron en el destierro dispersas por todo el área del Caribe y que para sobrevivir, sin prostituirse, buscan ganarse la vida realizando trabajos domésticos (de costureras, bordando, haciendo dulces y otros) o también exponiendo sus conocimientos artísticos cuando las contrataban para tocar el piano o el arpa en las fiestas de los embelesados nativos.

     Hacia el año de 1.818 Bolívar averigua que Josefina y su familia se encontraban en la isla de San Thomas y en seguida busca ayudarlas enviándoles dinero para que regresaran a Venezuela.



     Una vez en su país, nuestra protagonista se dirige a Angostura donde reanuda sus relaciones amorosas con el Libertador; pero los compromisos con la guerra, la preparación y llevar a cabo la Campaña del Sur y la creación de “La Gran Colombia”, le impidieron a Bolívar consolidar aquel pasaje romántico.

     A pesar de todos los tropiezos , la dama del Guarayra Repano trató de unírsele y estar a su lado durante la Campaña del Sur. Aprovecha entonces a un denso grupo de mujeres y soldados que se dirigían a la zona austral a incorporarse al ejército del Libertador; pero cuando ya iba atravesando los llanos apureños,la vida le jugó una mala pasada que le impidió seguir el viaje, al caer gravemente enferma en la población de Achaguas donde murió en 1.820, según parece, a su estado avanzado de gravidez, donde se dijo que parió un hijo cuyo destino se desconoce. Otros le achacan su muerte al paludismo que 
contrajo en la infectada depresión  llanera.






 Emmanuel P. Gonzalez Espinal
emplugones@hotmail.com




domingo, 10 de abril de 2011

Flora Tristán y su sitial ganado en la Historia.-Síntesis cronológica


                                                                  
1.803.-
     El  07 de abril de 1.803 nace en Paris, Francia, Flora Tristán. Su padre el Coronel Mariano Tristán era miembro  de una noble y adinerada familia de Arequipa, Perú; y su madre, Teresa Laisney, una modesta parisina de la clase media, quien desde muy joven emigró a España, residenciándose en la ciudad de Bilbao donde conoció y fue gran amiga y confidente del muchacho caraqueño Simón Bolívar. Posteriormente tiene trato con el Coronel peruano Mariano Tristán y de ese encuentro fugaz surgió un romance que terminó en el mismo Bilbao en un raro matrimonio. En seguida los  recién casados se dirigen a París, donde residía el cónyuge y se instalan en la elegante morada del oficial sudamericano. Tiempo después debido a los inesperados cambios políticos que se da en la Francia de entonces; don Mariano cae en desgracia   y queda totalmente arruinado.

 1.808.-
     En 1.808 fallece don Mariano Tristán cuando Flora sólo tenía cinco años de edad. La última palabra que don Mariano pudo decir fue: ¡ Hija mía te queda Pío ( Se refería al hermano que tenía en Perú ).
     La inestabilidad política y la ruina económica de la familia Tristán-Laisney determinó la pérdida de su hogar y de allí en adelante lo que vino fue miserias y sufrimientos. La pobreza los obliga a irse lejos de París, al campo.

1.818.-
     Cuando ya Flora contaba los 15 años de edad, retorna con su madre a la capital donde se aposentan en un barrio de mala muerte.
     De inmediato Flora busca ganarse la vida y consigue trabajo como colorista en un taller de grabado.

1.820.-
     Su madre la induce a casarse cuando acababa de  cumplir 17 años con el dueño de la pequeña empresa ( Andrés Chazal ) donde laboraba , buscando de esta manera solventar su situación económica.

     Flora siempre rechazó este matrimonio por conveniencia y culpó a su progenitora de esta unión tan infeliz. De allí  que muchas veces y a viva voz exclamaba algo así: ¡ Ese hombre es más celoso que un portugués, y además no me entiende y por tal jamás podré amarlo ¡. No obstante, Flora tuvo dos hijos con él: un varón que muere a pequeña edad y Aline que será la madre del gran pintor Paul Gauguin.

     Flora se separa de su marido y este trata de quitarle a sus pequeños hijos.  En un acuerdo le entregó el varón y se quedó con la niña. Luego en un arranque de locura y en forma muy cobarde, Chazal le tiende una brutal emboscada en solitaria calle de París, disparándole por la espalda y a quema ropa e hiriéndola de gravedad.  

     Todos estos años de Flora, que van desde la niñez, adolescencia y adulta joven, observamos que el dolor y el sufrimiento la acompañó y en vez de doblegarse se agigantaba como Bolívar en la adversidad. Sin amilanarse buscaba la fuerza donde no  tenía para así templar su espíritu, afinarlo y disponerlo para esa lucha sin descanso a favor de los “desheredados de la tierra”, que fue el signo de su vida.  

     Bajo la férula del romanticismo de la época y como toda una autodidáctica, nutre sus conocimientos literarios y políticos. Se deprime con el estado de miseria que observó en Londres, la ciudad monstruo como la llamó, cuando viajó por cuarta vez a Inglaterra en 1.839. Todas esas vivencias que experimenta la llevan al socialismo, mejor, a un socialismo romántico. Acto seguido, busca fortalecerse ideológicamente y para ello acude en forma personal a los insignes letrados y filósofos que hoy llamamos “Socialistas Utópicos” y de manera especial con Charles Fourier (1.772—1.837), quien sería luego su gran amigo personal.

     Muy compenetrada estuvo Flora con las doctrinas filosóficas de Fourier, cuyas teorías de las pasiones humanas las aplicaba en sus escritos y en sus oratorias. Don Simón Rodríguez que fue lector de Fourier, expresaba esas pasiones cuando decía: “Yo no quiero parecerme a los árboles que echan raíces en su lugar, sino al viento, al agua, al sol y a todas esa cosas que marchan sin cesar”.

     Flora y sus compartidarios se daban cuenta a través de sus lecturas, que desde la misma antigüedad, siempre existieron hombres que luchaban por establecer un orden mejor, una sociedad más justa. Y cuando leyeron a Hobbes ( TThomas Hobbes –1.588-1679 --), el eminente filósofo materialista inglés, vieron como este luchador social se rebeló de una manera resuelta contra la ideología feudal, tanto en filosofía como en el dominio social y político. Es también Hobbes quien divulgó al mundo conocido su famosa frase: “ Homo homine lupus “ ( “El hombre es el lobo del hombre ) frase que dio a comprender que las sociedades humanas carecen de entendimiento, de justicia y de amor. Y que siempre hay situaciones en que el poderoso somete y utiliza al más débil. Esta ha sido la base del pensamiento socialista: proyectar una sociedad quefuera más justa y aboliera las grandes desigualdades.

El Socialismo Utópico.- La corriente marxista sobre el Socialismo Utópico, nos dice: “Que es el conjunto de doctrinas socialistas que, a diferencia de la teoría del socialismo científico creada por Marx y Engels, elaboraban planes vastos  y universales de reconstrucción social, sin tener en cuenta la vida real de la sociedad ni la lucha de clases.” Los argumentos que sostenían lo socialistas utópicos en apoyo de sus doctrinas eran puramente idealistas.

     Marx pretende y esta es su convicción, haber encontrado una verdad científica, haber hallado la ley  subyacente del desarrollo humano y social, que es la que va a explicar por qué la revolución tiene que ocurrir. Marx es entonces el fundador del socialismo científico por oposición al socialismo utópico.

     Es oportuno señalar que cuando Carlos Marx un febrero de1.848 da a conocer el célebre “Manifiesto Comunista”, con su consigna internacional: ¡ Proletarios del Mundo Uníos !, ya Flora Tristán en 1.842, es decir, seis años antes, en L´ Union Ouvriere (La Unión Obrera) se le había anticipado al escribir y difundir su grito de guerra:  ¡ Uníos Hermanos Proletarios del Mundo !


     Es interesante señalar que Flora fue una eximia escritora y pensadora quien ganó gran notoriedad en la prensa. Y todas sus obras escritas: novelas, reportajes y numerosos artículos  periodísticos, sobre temas políticos, históricos y artísticos, siempre los redactó dentro de la tendencia socialista.
     En sus inicios emprende campaña a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los trabajadores y en contra de la pena de muerte. En L’ Union Ouvriere medio publicitario de contenido socialista de la clase obrera fundada y dirigida por ella, plantea la lucha de clases y la necesidad de los trabajadores a organizarse. Carlos Marx vio en ella su carácter de precursora de altos ideales nobles.

1.829 – 1.830.-
     Soportando Flora un momento de desesperación y miseria, le llega de repente una luminosidad  y recuerda las palabras de su  padre agonizante: ¡ Hija mía, te queda Pío ! .

     De inmediato averigua el lugar lejano donde vivía su tío Pío Tristán y le escribe una carta donde le explica quien es ella y el parentesco que los une. El 6 de octubre de 1.830 don Pío le contesta la  carta desde Arequipa, invitándola a visitarlo lo antes posible. Flora llega al Perú con el propósito de reclamar la herencia de su padre. Su tío la desconoce como hija “legítima” de su hermano y sólo le otorga una irrisoria pensión que luego se la quita al enterarse que su sobrina en un diario limeño lo describía como un viejo avaro e intelectualmente muy limitado. Flora en dos oportunidades que viajó al Perú a buscar su herencia, regresó a su patria completamente defraudada.

1.830.-
     Nuestra heroína se incorpora a la lucha armada, se va al frente de guerra junto a su pueblo, luchando cuerpo a cuerpo en las famosas “Barricadas” de las calles de Paris, que consiguió destronar a Carlos X  y colocar a Luis Felipe.
Delacroix, Eugenio –1798 -1.863 – Pintor francés, autor, entre otras, de la obra pictórica que en  mi blog reproducimos: “La libertad guiando al pueblo”.
     En esas barricadas callejeras donde se inspiró el artista, iba también Flora, dando la cara y con un fusil a bayoneta calada en una mano y con la otra el tricolor francés, dándole ánimo y guiando a sus combatientes hasta la victoria final.

Eugenio Delacroix pintor francés autor de la obra:"La libertad guiando al pueblo" 

1.838.-

    A comienzos de este año le publican su diario  “ Perégrinations d´ une paria” (Peregrinación de una paria), editado en París. También publica “Lettres de Bolívar”(Cartas de Bolivar).
     En este mismo año trata amistad con el reconocido pintor galo Jule Laure, quien pinta su retrato. Su casa de rue du Bac se convierte en centro de reuniones de artistas e intelectuales. Aparece una segunda edición de “Peregrinación de una paria” y su novela “Mephis o el proletario”, que llamará: “Novela filosófica y social”.



1.839.-
     Flora viaja por cuarta vez a Inglaterra. Se impresiona con la miseria de Londres. Asiste a las sesiones del movimiento Carlista inglés. El periódico Le Charivari de París, publica a toda página el retrato de Flora, del pintor Jule Laure.
1.840.-
     En Londres publica su nuevo libro “Paseos en Londres”, considerado como un extraordinario reportaje. Se hacen dos reediciones en ese año. Los periódicos publican extractos e incluso capítulos enteros.


1.941.-
     Logra la promulgación de una ley que prohíbe el empleo de menores de 8 años en las empresas industriales.

1.842—1.843.-
     Flora funda, dirige la redacción y asume la difusion del medio publicitario de contenido socialista, “L´ Union d´ Ouvriere” (La Unión Obrera).

1.844.-

   Flora emprende una gira por el interior de Francia con la finalidad de tener contacto personal con su pueblo, los “desheredados de la tierra”; y de boca a boca promover sus revolucionarias ideas, su profundo proyecto liberador.
     Como es de suponer; nuestra protagonista y sus correligionarios fueron víctimas de atropellos y vejaciones en todos los centros poblados que visitaba, por los esbirros, los escuálidos de siempre y demás cuerpos represivos, ya que era considerada una mujer agitadora y sediciosa. Con todo y eso ella no paraba, seguía su peregrinación compartiendo al lado de sus conmilitones mostrando un valor indoblegable para luego sentir el runrún de la felicidad que ellos le brindaban.
    
Durante la caminata su salud se resiente y a medida que avanza empeora, aunque por mantener su firmeza revolucionaria, ocultaba la peligrosidad de su enfermedad.

     En Montpellier cae gravemente enferma,  al parecer, de fiebre tifoidea. Se recupera levemente y continúa sin detener su intrépida misión; pero en Burdeos tiene una recaída donde finalmente muere un 14 de noviembre de 1.844 a los 41 años de edad, rodeada de sus mas fieles camaradas y amigos.

El Cristo amarillo de Paul Gauguin, nieto de Flora. 


     1.845.-

     Se inaugura en el cementerio de Burdeos un Mausoleo erigido por los trabajadores, dedicado a su memoria y esculpido en mármol blanco. Representaba una alegoría sobre la lucha obrera llevando la siguiente inscripción: “A la memoria de Madame Flora Tristan autora de L’ Union Ouvriere(La Unión Obrera).Los trabajadores agradecidos :LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD,SOLIDARIDAD” .

Emmanuel P. Gonzalez Espinal
emplugones@hotmail.com


domingo, 3 de abril de 2011

Bolívar Don juanesco




Introito.-  Nos señalaba el gran historiador larense ( nació en Barquisimeto y bautizado en “La Ciudad Madre” de El Tocuyo ) en su famosa obra: Historia Constitucional de Venezuela, que el Libertador consiguió su actividad devoradora en tres divinidades: la guerra, la política y el amor; las cuales minaron su organismo ocasionándole la vejez prematura. Nada pudo enfrenar su más constante pasión como lo fueron las mujeres; el amor sensual puede decirse que fue el elemento de su vida. De la misma manera nuestro paisano historiador, recoge  algunos de estos episodios y se pregunta, sin sentar conclusiones, si la circunstancia de no haberse vuelto a casar indicaba que Bolívar había conservado un recuerdo inmaculado de su primer idilio o si bien se debió al vértigo de su carrera que no dio ocasión sino para los amores volubles. 

Recuerda su dicho a Perú de Lacroix: “ Quise mucho a mi mujer y su muerte me hizo jurar no volverme a casar: he cumplido mi palabra”; y añade que con todo no vivió nunca solo, sus queridas lo acompañaron siempre, incluso en los campos de batalla…  Y aun cuando desde 1.822 Manuela Sáenz, mujer única en la época por sus extraordinarias condiciones, ocupa lugar absorbente en su vida pasional.


Debemos también señalar que sobre la vida donjuanesca del Libertador , se han ocupado notabilísimos escritores; pero sin base de sustentación científica o fidedigna, la mayoría de ellos.
     Aunque son muy contados, repito, no obstante han existido siempre tanto a nivel nacional como internacional; poderosos y selectos grupos de intelectuales al servicio de la rancia oligarquía que se han dado a la tarea de vilipendiar y destruir la gloria de Bolívar a través de sus manuscritos. En sus obras biográficas dedicadas al genio de América, le inventaron los más variados y reprochables defectos. Rebuscaron los detalles más simples para tejer con ellos un memorial de agravios. Y en lo referente a su cuadro amoroso exageraron la nota con más énfasis.

 Distorsionaron la realidad de este escenario romántico, mostrando como verídico los chismes callejeros, donde imperó la malevolencia y la subjetiva imaginación y al deformar la actitud y esencia de este tránsito pasional llenaron a nuestro héroe de anomalías psíquicas, convirtiéndolo luego en un psicópata sexual.

Bolívar y su primer amor de adolescente.-


                   La sufrida niñez de nuestro héroe

     Bolívar perdió a su padre antes de los tres años (1786) y a su madre antes de los nueve (1792).
     Al morir doña Concepción, mamá de simoncito, la tutela del niño pasó a su abuelo materno, don Feliciano Palacios quien estaba un poco maltratado por su senilidad. Luego a su muerte se nombró como tutor a su tío y padrino, don Esteban Palacios quien en ese instante estaba residenciado en España; entonces por esta razón, su hermano, don Carlos Palacios asumió toda esa responsabilidad.

     Este hecho fue lo peor que le ha podido pasar al chiquillo caraqueño, ya que don Carlos era un solterón amargado, es decir, todo un cascarrabias y de una mentalidad muy estrecha y además se la pasaba más tiempo atendiéndole a su finca que a su educación.
     El niño Bolívar siempre se sintió desprotegido e incomprendido al lado de su iracundo tío Carlos,  incluso llegó a los extremos de fugarse y abandonar el hogar que como huérfano de padre y madre, los tribunales le habían fijado. El párvulo buscó refugio donde María Antonia su hermana mayor.

     Esta situación insoportable en la que vivía simoncito al lado de su furibundo tío Carlos, llegó a oídos de su otro tío y padrino, además su verdadero tutor, don Esteban Palacios y al fin, después de 7 años lo mandó a buscar, autorizando su traslado a España.

                             De las poluciones nocturnas al acto carnal.                        

     Bolívar con apenas 16 años de edad, emprende su primer viaje a Europa ; pero antes el barco hace escala obligatoria en México donde pasó unos cuantos e interesantes días que dan inicio a su anecdótica vida donjuanesca. Allí el ingenuo amor lo picoteó y cuyo desenlace romántico fue recogido por el notable investigador de nuestro héroe, Adolfo Salvi, quien en un interesante ensayo, prologado a su vez por el general José Saúl Guerrero Rosales, nos entregan una breve pero subyugante biografía donde se pone al descubierto, quizás el primer amor que el Bolívar adolescente experimentó.

     Resulta que en la capital azteca conoció nuestro protagonista a doña María Ignacia de Velasco y Osorio de quien al instante quedó seducido.
     Se dice que la señora María Ignacia era una hermosa y atractiva mujer, llena de un temperamento intensamente apasionado y que en su lecho de amor le brindó al imberbe y también fogoso del Guarayra Repano, la llama encendida de su cuerpo.

María Teresa. Su legítima esposa.-
Maria Teresa del Toro y Alaiza


La boda de Simon y Maria Teresa.Madrid, 28 de mayo de 1.802

Maria Teresa fallece en Caracas el 22 de enero de 1.803



     El adolescente caraqueño llega a Madrid a mediados del año 1.799 a fortalecer sus estudios con los mejores pedagogos de ese país y de esta manera poder  elevar sus conocimientos generales y  perfeccionar su ortografía y caligrafía que eran pésimas.
     El joven Simón se encuentra ahora en los predios cervantinos al lado de su tío Esteban, lleno de felicidad, ya que él si lo quiere y lo comprende.

     Ta pronto como se establece en la capital española, busca su parentela y conoce a la madrileña María Teresa Rodriguez del Toro y Alaiza, sobrina del caraqueño  Marquez del Toro, de quien se enamoró locamente.

     Por haberme apasionado de una señorita de las más bellas circunstancias y recomendables prendas, como es mi señora doña Teresa Toro, hija de un paisano  y aún pariente, escribe al tío Pedro para rogarle formalice su petición de mano. “He determinado contraer alianza con dicha señorita para evitar la falta que puedo causar si fallezco sin sucesión”.  Como todos sabemos, la inesperada muerte de su esposa frustró sus más caros deseos.

     Bolívar flechado por el travieso Cupido y con apenas diecisiete años le manifiesta a los padres de la novia, su intención de casarse de inmediato; pero su futuro suegro, le aconseja mejor esperar. El 26 de mayo de 1.802, cuando aún no había cumplido los diecinueve años, decide entonces contraer nupcias. Su prometida frisaba los 20 años.
     Poco días después la feliz pareja decide fijar su residencia en la Caracas de la eterna primavera, llegando a finales de agosto.

     En ambiente de fiesta recibieron a los desposados sus familiares y amigos quienes se desvivían de curiosidad por conocer y tratar y  a la esbelta y encantadora María Teresa.
     Luego el joven enamorado lleno de emoción la llevó a contemplar las bellezas y a disfrutar de los paisajes naturales circundantes que le brindaba la zona intertropical. De inmediato dentro de sus planes y proyectos le manifestó a su idolatrada mujer la de “fincar”, es decir, el dedicarse por entero a sus haciendas de Yare y de San Mateo, , donde posiblemente contrajo la letal enfermedad.

     En aquel tiempo era endémica y hacía estragos en la población venezolana, la fiebre amarilla, cuya acción era mortífera . Las personas que la contraían fallecían a los pocos días, a veces en horas.
     El idilio de la romántica pareja fue muy breve, María Teresa muere el 22 de enero de 1.803, cuando apenas llevaba cinco meses en Venezuela. Para el sensible y enamorado cónyuge, pasar por este trance, ha debido  resultarle un golpe muy duro. “ Yo contemplaba, le escribía a un amigo, a mi mujer como una emanación del Ser Supremo, que le dio la vida; el cielo creyó que le pertenecía y me lo arrebató porque no era creada para la tierra “. En ese estado emocional, su soledad la siente que lo lleva a recordar su infancia huérfana de padres, de tristeza y de dolor.

     Bolívar como caso poco visto, muy particular, y es la de que nunca olvidó a su legítima y única esposa.

     En 1.828 le cuenta  el Libertador a su edecán Perú de Lacroix y que éste último recogió en su interesante e histórico “Diario de Bucaramanga”, lo siguiente: En 1.801 cuando viví con María Teresa, mi cabeza sólo estaba llena con los vapores, del más violento amor”. En sus declaraciones a su ayudante de campo, le demuestra su inmensa pasión que le inspiró su mujer y la desolación que le causó su muerte. Todo esto lo condujo al juramento de no volverse a casar y que cumplió a fidelidad.. De la misma manera le explica la evolución de su espíritu. Veamos:  “ Sin la muerte de mi mujer no hubiera hecho mi segundo viaje a Europa y es de creer que en Caracas o San Mateo no me habría nacido las ideas que me vinieron en mis viajes y en América no hubiera tomado aquella experiencia ni hecho aquel estudio del mundo, de los hombres y de las cosas que tanto me han servido en todo el curso de mi carrera.

     La muerte de mi mujer  me puso temprano sobre el camino de la política. Y añadía que si no hubiera enviudado, su vida habría sido otra y no sería el General Bolívar, ni el Libertador, aún cuando hacía constar que su genio no era para ser Alcalde de San Mateo.
     El Libertador durante el resto de su vida, siempre conservó el recuerdo de su amada esposa. Jamás consiguió otro amor tan sublime y puro como el de María Teresa. Y aún en sus posteriores desvaríos amorosos donde se cuentan decenas de mujeres que compartieron su romántico lecho; se suele admitir, que fue siempre el viudo de María Teresa, sin saberlo él mismo”.

                                     
       Fanny Du Villars
Supuesta amante y confidente de 
Bolívar


     La vida amorosa de Bolívar ha sido recogida por muchos escritores y la mayoría están llenas de cuento y extravagantes fantasías. No hay duda que nuestro protagonista tuvo muchas amantes y entre ellas a Fanny Du Villars quien apareció en su vida donjuanesca durante su estada en París allá en los años de 1.804 a 1-806.  Para esa época Fanny era una atractiva y adinerada mujer, casada con un conde y coronel francés de apellido Trobriand. Al apellido de su marido, Fanny le agregaba el familiar de Aristiguieta, de allí el parentesco con Bolívar.

     Fanny según dicen sus admiradores y en general quienes la conocieron, fue una mujer bellísima, agradable, y además su buen gusto lo dejó entrever en sus románticas epístolas que le escribió a nuestro Libertador.

     Bolívar cuando la visitó como su prima en la capital parisina, ella frisaba los treinta años y el coronel Dervieu Du Villars, su marido, la doblaba en edad. Bolívar apenas llegaba a los veintidós. Allí se presentó el siguiente cuadro: Un hombre hecho, una dama experimentada y un mozuelo valentino tropical, lleno de energía sensual. Todo este escenario de intimidad y las cartas de Fanny destinadas al joven y al ducho Bolívar con sus emotivos recuerdos  y cargadas con el éxtasis del amor, no dejaron dudas de haber sido amante del futuro Libertador. Permítanme mostrarle un extracto de una de las últimas cartas que le escribió Fanny Du Villars al Libertador en el año de 1.826, cuando Bolívar se encontraba en plena Campaña del Sur.

     “ Dedico esta esquela para nosotros dos. Hace hoy 21 años , mi querido primo, que usted dejó París y que me dio usted una sortija que lleva esa misma fecha 6 de abril; pero en vez de 1.826 fue en 1.805 cuando este hecho acaeció. Este anillo siempre me ha acompañado trayéndome  a la memoria el recuerdo gratísimo de una amistad que usted me aseguró sólo extinguiría con su postrer suspiro; entonces ese sentimiento me parecía demasiado débil. ¿ Recuerda Usted mis lágrimas vertidas,mis súplicas para impedirle marcharse ?... Con orgullo recuerdo sus confidencias respecto a sus proyectos para el porvenir, la sublimidad de sus pensamientos y su exaltación por la libertad…   Yo valía algo en aquel tiempo, puesto que usted me encontró digna de guardar su secreto…  He tenido y tengo aún la confianza que usted me amó sinceramente…  Conserve usted mi retrato, él será más feliz que yo, porque al enviarle mi imagen, no tengo la facultad de prestar mi alma a mi fisonomía; si la tuviera  tal vez olvidaría usted mis años”
     Luego con cierta gracia y como para revivir el grado de intimidad que hubo entre los dos, Fanny le manifiesta: “ Usted comprenderá, mi querido simoncito, cuanto gozo yo con tanta gloria que le pertenece…    Le envío a usted con que defenderse: : un puñal y mi retrato por talismán.

     Estas consecuentes e ininterrumpidas epístolas las mantiene Fanny durante muchos años y que según ella, sólo en 1.826 le había escrito a Bolívar más de doscientas cartas.


Carta póstuma de Bolívar a Fanny Du Villars



Introito:

     Según las serias investigaciones del historiador venezolano Jorge Mier Hoffman Bolívar llego a Santa Marta en calidad de prisionero. Así estuvo desde el primero de diciembre  de 1.830 hasta el seis del mismo mes. Luego el Libertador es fusilado esa misma noche.“ Poco antes de ser asesinado, el Libertador exigió a sus verdugos el beneficio de una última voluntad: escribir una carta de despedida a Fanny Du Villars, la amante de sus años mozos en París. Pero bajo la forma de una carta de amor, el documento contiene cifrada la identificación de sus asesinos, de la conspiración en su contra, de cómo había sido traicionado y secuestrado…  Bolívar no murió por causas naturales, ni por envenenamiento, ni por mala praxis…  Bolívar no murió de tuberculosis. Bolívar no murió en la Quinta San Pedro Alejandrino.  Bolívar no murió un 17 de diciembre de 1.830… “
     Regresemos de nuevo al tema que hemos estado desarrollando: “Bolívar donjuanesco”.-

     Entre los manuscritos atribuidos a Bolívar, está una de las más hermosas cartas que alguno haya escrito, cuya destinataria era su lejana prima Fanny Du Villars.
     Dicha misiva es ardorosamente encantadora, llena de ternura y galanura, de un donoso estilo cargado de romanticismo.
     Permítame entonces, hacerle llegar esta carta antológica, como testimonio preclaro del mejor epistolado.




                   Santa Marta, 06 de diciembre de 1.830.


   
Querida Prima.
     ¿ Te extrañará que piense en ti al borde del sepulcro ?
     Ha llegado la última aurora; tengo al frente al  Mar Caribe, azul i plata,  agitado como mi alma, por grandes tempestades.

     A mi espalda se alza el macizo gigantesco de la Sierra con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros ensueños de 1.805; por sobre mi el cielo más bello de la América, la más hermosa sinfonía de colores, el más hermoso derroche de luz…
     Y tu estás conmigo porque todos me abandonan. Tu estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia.

                                               ¡  Adiós  Fanny   !
     Esta carta  llena de signos vacilantes, la escribe la misma mano que estrechó la tuya en las horas del amor, de la esperanza y de la fe; esta es la letra que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá y en Carabobo; esta es la letra escritora del Decreto de Trujillo i del Mensaje al Congreso de Angostura.
                                             ¿  No la reconoces, verdad   ?
     Yo tampoco la reconocería si la muerte no me señalara con con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante.

     Si yo hubiera muerto sobre un campo de batalla, dando frente al enemigo, te dejaría mis glorias, la gloria que entreví a tu lado en los lampos de un sol de primavera.
     Muero miserable, proscrito, detestado, por los mismos que gozaron mis favores, víctima de inmenso dolor, presa de infinitas amarguras. Te dejo en recuerdo mis tristezas  i mis lágrimas que no llegaron a verter mis ojos.

     ¿ No es digna de tu grandeza tal ofrenda  ?

    Estuviste con mi alma en el peligro; conmigo presidiste los Consejos de Gobierno; tuyos fueron mis triunfos y mis reveses; tuyos son también mi último pensamiento i mi pena postrimera.

     En las noches galantes en el Magdalena, vi desfilar mil veces la góndola de Byron por los canales de Venecia, en ella iban grandes bellezas i grandes hermosuras; pero no ibas tu;  porque tu has flotado en mi alma montada  por
las níveas castidades.

     A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las íntimas congojas, apareces ante mis ojos moribundos con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras i en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas i en tu voz escucho las dianas inmortales de Junín y Bomboná.

     ¿ Recibiste los mensajes que te envié desde la cima del Chimborazo ?
     Adiós Fanny, todo ha terminado:
     Juventud, ilusiones, sonrisas i alegría se hunden en la nada; sólo quedas tu como visión seráfica,señoreando el infinito, dominando la eternidad.
     Me tocó la misión del relámpago; rasgar un instante la tiniebla; fulgurar apenas sobre el abismo i tomar a perderme en el vacío-

                              
  (   Firma    )
                                Bolívar.-

                                       

                     Flora Tristán.-  Bolívar, Teresa Laisney, Flora y 
Gauguín




     Tres famosas cartas escritas por el Libertador y que nuestro más avezados investigadores de nuestra historia Patria, consideraron que estaban dirigidas a su amorosa Fanny Du Villars, circularon como genuinas por muchos años; hasta que el historiador venezolano Marcos Falcón Briceño publicó en el “ Boletín de la Academia Nacional de la Historia “ en 1.955, su trabajo de investigación titulado:  “ Teresa, la confidente de Bolívar “, donde demuestra que la verdadera destinataria de las románticas misivas era la francesa Teresa Laisney, esposa del Coronel peruano Mariano Tristán y no la también francesa Fanny Du Villars.

     Muchos escritores mantuvieron ese error histórico al afirmar que esas cartas estaban dirigidas a Fanny  y que el nombre de Teresa como destinataria se debía a que Bolívar en sus arrebatos líricos la idealizaba con su desaparecida cónyuge. “Bolívar ve en ella una reencarnación de su difunta esposa “, dice el historiador español Salvador de Madariaga y así mismo Rufino Blanco Fombona en sus  - Mocedades -, Bolívar desbautiza a esta mujer y la llama como a la esposa muerta”. Don Luis Correa en su ensayo titulado: Fanny Du Villars o la Primavera”, incurrió en lo mismo al escribir:  " Bolívar llamaba a Fanny, Teresa, como a su mujer: Teresa, Teresa “.

     Las susodichas cartas de Bolívar fueron insertadas en un trabajo periodístico publicado en el “ Le Voleur de París “ el día 31 de julio de 1.838, con el título de “ Lettre de Bolívar “ ( Cartas de Bolívar , firmada por su autora Madame Flora Tristán. Esta dama articulista , doña Flora Tristán, era hija de un matrimonio más o menos morganático o de la mano izquierda, conformado por Teresa Lasney y el Coronel peruano don Mariano Tristán, miembro de una noble y riquísima familia de Arequipa.Es oportuno señalar que el matrimonio de la mano izquierda, tenía para la época un sentido discriminatorio. Es decir, cuando el pretendiente llevaba al altar a la novia con el brazo izquierdo, significaba que la prometida en matrimonio no alcanzaba la alcurnia, el linaje de su futuro esposo y una vez cumplida la ceremonia nupcial, cada cónyuge conservaría su condición anterior.

     En junio de 1.845 “ “ El Farol Militar “ de Lima reproduce en castellano y mutilado el artículo de Flora ya señalado. Luego en 1872, el periódico “ La Patria “ de Bogotá publicó la versión mutilada del rotativo limeño. De este último lo tomó don Arístides Rojas enredando más este hecho histórico, cuando dio a conocer las mencionadas epístolas y sin fundamento señaló que estaban dirigidas a una persona de la familia Trobriand Aristiguieta, la única familia de París que los historiadores tenían ubicada como amiga y pariente de Bolívar, por eso todo convergió favorablemente hacia Fanny como depositaria de las románticas confidencias del futuro Libertador.

     Del artículo periodístico de Flora Tristán publicado en  “ La Voleur “ de París , es decir, esa primera edición, fue la que tomó el Dr. Marcos Falcón Briceño para r
ealizar su exitosa investigación. El Dr. Falcón Briceño la tradujo al castellano sin mutilación alguna y aclara todo ese misterio donde Fanny Du Villars nada tuvo que ver con todo esto. Se demostró que la historia es mucho más interesante que las fantasías de los historiadores.

     Una vez comprobado que la Teresa a quien Bolívar en ampuloso estilo le escribió sus emotivas y secretas revelaciones “ llenas de penas, amor y lágrimas “ no era Fanny Du Villars sino Teresa Laisney, madre de Flora Tristán, surgió entonces una nueva y sorprendente versión que señala al Libertador Simón Bolívar como el posible padre biológico de Flora, y que para que no falte el novelesco cuadro, el bisabuelo de Gauguin. Flora tuvo un hija de nombre Aline que a su vez fue la madre del genial pintor francés Pablo Gauguin. Como hemos comentados , esta hipótesis, para los amantes de la Historia romántica, no deja de ser interesante.

                                                                                                                                                   

Flora Tristán, la presunta hija de Bolívar.-



Comparación de los  Retratos  de  Bolívar  y  Flora.-
     Una vez comprobado que en la vida delirante de Bolívar existió una dama parisina llamada  Teresa, confidente de sus románticas misivas llenas de penas , amor y l
ágrimas, surgieron de inmediato los comentarios y suposiciones de que Flora Tristán, la hija de Teresa Laisney, pudiera ser hija de Simón Bolívar y no del peruano don Mariano Tristán, tema que ha vuelto a la cima de las discusiones con el relativamente reciente e interesante trabajo, “ Los hijos secretos de Bolívar”, del historiador colombiano Antonio Cacua Prada.

     La exposición anterior está respaldada por el gran parecido físico de Flora con el Libertador, el cual se puede constatar observando en forma minuciosa el conocido y excelente retrato de Flora Tristán logrado por el pintor francés Jule Laure, publicado en “ Le Chavari”, edición del 22 de julio 1.839, París.

     Jule Laure la dibujó con rostro ovalado, bucles abundantes, los ojos enormes y expresivos; la boca fina, apretada; levemente sensual el labio inferior;  voluntariosa la barbilla, la nariz recta.

     Se habla también de la existencia de un  daguerreotipo, que es una vieja técnica fotográfica inventada por el francés Daguerre (1.789—1.851 ),donde Flora  aparece retratada como una mujer de unos 22 a 23 años con sus ojos grandes, su frente y cejas amplias y su mirada  profunda y que tiene  un gran parecido con el retrato de Bolívar pintado por Klepper.
     La historiadora francesa y biógrafa de Bolívar,  GiletteSaurat, nos dice en su obra  “ Bolívar, le Liberteur “, lo siguiente: Pero ahora se comparan los retratos de Flora y el Libertador y la duda renace. La misma frente abombada, la misma nariz fina un poco larga y corva, la misma boca voluntariosa… La nobleza de sus rasgos, animados por el fuego de sus ojos negros…

     ¡ Se trata del Libertador, es claro   !


    Emmanuel P. González Espinal
emplugones@hotmail.com