sábado, 9 de noviembre de 2013

Maestro Rodriguez. ¿ Por qué Róbinson

Maestro  Rodriguez.  ¿ Por  qué  Róbinson ?

                                                          Emmanuel P. González Espinal.

     Comentábamos en  lecciones  anteriores que el cambio de nombre de  don  Simón  Rodriguez  a  Samuel  Róbinson, no se debió a una desavenencia que sostuvo con su hermano de crianza don Cayetano Carreño, tal como dicen algunos historiadores; ya que esa innovación se produjo en Jamaica cuando nuestro protagonista se marchó para siempre de su Patria. Pero la posible realidad de este hecho nos la describe a  lujo  de  detalles el finado e  ilustre hombre de letras, don Arturo Uslar Pietri en su famosa biografía novelada: “La Isla de Róbinson”

    Arriba entonces  el  telón  y  deleitémonos con  este acontecer.

     No hay duda que el  Emilio  de  Rouseau  y  su hechizo fue el libro de cabecera de don Simón; pero  así  mismo el libro del inglés Daniel de  Foe  “Róbinson  Crusoe” lo debe haber apasionado en sus ratos de  ocio,  de forma  tal  que  logró trasmitirle esa vida  aventurera  que siempre  lo  acompañó  y  a su vez le brindó el nombre de  Róbinson que  llevó  a  cuesta durante más de un cuarto de siglo.

     Don  Simón  Rodiguez  creció en forma simultánea con la popularización del género novelístico  y  “Las Aventuras de  Róbinson  Crusoe  fue una de las primeras novela que circuló con notable éxito en  el  universo  cultural de esa  época  y  allí  Daniel  Defoe  (1.589 – 1.731)  cuenta la historia de un náufrago  que pasó 28 años en una isla  imaginaria  situada en  nuestro Mar Caribe, cerca del Orinoco  y  la  Tierra  Firme,  en  La Capitanía General de Venezuela”.

   “ Las Aventuras  de  Róbinson  Crusoe “  significó una verdadera aportación original al desarrollo del género novelístico. Obra en que se observa el mérito de la fina observación realista como condición indispensable de la narración.  Su extraordinario éxito se debió a que fue escrita tanto para los jóvenes como para los adultos mayores.

     Recordando mis vivencias juveniles, allá  en  la  Yaritagua  de  mis gratos  y  malos  recuerdos, veo como la lectura de esa famosa obra literaria, contribuyó en  los miembros de  mi  generación  a  elevarnos el  espíritu  aventurero  que  siempre nos absorbió.  Allí obtuvimos datos prácticos de subsistencia que aplicaríamos luego en nuestras temerarias  excursiones por los distintos paisajes fluviales  y  de  bosques que circundaban a mi patria chica.

     Finalmente: “Las Aventuras de  Róbinson Crusoe es  una  novela caracterizada por la facilidad de su invención, la  claridad del  estilo  y  una  sencillez  inimitable ,

     Don Arturo Uslar Pietri nos dio  a  conocer , en  su  famosa historia novelada, que don  Simón  Rodriguez  llegó  a  descubrir la  Isla  de Róbinson   Crusoe  y  se metió  en  ella  para  insecula saeculorum, es decir, para no salir más nunca.  Allí radica su aislamiento  donde únicamente  podían llegar los náufragos.  Entonces  es  cuando  medita  y  se  da  cuenta que había que volver  a  aprender  como aprendió  Róbinson  a  vivir  solo  y  a  valerse de sus propios medios.  Hacerlo  todo  para no depender  de  nadie,  tal  como  lo  haría  un  náufrago. Lo  poco que podía salvarse de  su  vieja  vida,  de  las   engañosas  formas  de  los saberes  inútiles,  para  llegar  al  hombre  puro  que  estaba  enterrado  dentro de  él.

     Así nació  Samuel   Róbinson.-  Continuaremos.

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sábado, 2 de noviembre de 2013

Chávez, don Simón y el cura de Amotape

Chávez,, Don Simón y el cura de Amotape.-


                                                                       Emmanuel P. González Espinal.

     Hace como tres domingos  pasaron  un video por Venezolana de Televisión  cuando nuestro “Comandante Supremo”  dirigía y actuaba en vivo en  su  programa  “Aló Presidente”. En ese entonces con palabras más o palabras menos dijo, que cuando se supo que el ateo Simón Rodríguez  había hecho su entrada en la población peruana de Amotape, el cura del pueblo de manera  furibunda fue  a su encuentro. Luego comentó  que el clérigo a todo pulmón  le gritó: ¡ Renegado, vete de inmediato porque no eres bienvenido  en esta región !  y que luego el párroco se puso a quemar incienso y  a echar agua bendita por los distintos lugares del pueblo recorridos por Don Simón. Con todo el respeto que merece mi inolvidable “Comandante Eterno”, la realidad histórica es otra.

     Por cierto que  un día de mi cumpleaños (30 de julio) una de mis hijas me regaló un interesante libro: “El maestro de Bolívar” cuyo autor es el laureado escritor argentino Pedro Orgambide—narrador, dramaturgo  y  ensayista-- .El escritor sureño ha ganado diversos premios, entre otros,  mereció el Premio de Novela de México, hasta sus “ novelas de la memoria” y las Historia con tangos y corridos con la que obtuvo en Cuba el Premio Casa de las Américas.                               Además,  me permito decirles,  que  el libro obsequiado por mi hija, me llegó con una bella dedicatoria que a continuación copio:

    Para mi papá, mi gran maestro, el que me enseñó el amor por las artes y de la literatura; el que me señaló que lo grande no era el dinero sino la humildad.

     Para mi padre, el que ahora puede ver reflejado en sus nietos  su sueño de una sociedad menos injusta, más humana. Para ti, el gran utopista de mi vida.

                                                            Yenisey González.

                                                                       Maracaibo, 30 de julio de 2006


     Al continuar con el laureado escritor rioplatense Pedro Orgambide, pudimos apreciar  que el letrado es un estudioso profundo de la vida y obras de nuestro robinsoniano personaje. Orgambide publicó en fecha relativamente cercana una historia-novelada sobre Simón Rodríguez  y para cumplir con ese serio compromiso se armó de una copiosa documentación, viajando incluso por los distintos países del planeta que el trotamundos venezolano recorriera. Para darle más énfasis a mi posición sobre la objetividad de la historia; me permito transcribir la parte final de la historia-novelada “El maestro de Bolívar” .

     “El cura de Amotape lo ve deambular por el pueblo y se sorprende cuando oye al viejo recitar en latín un poema de Virgilio. Por un momento cree estar soñando, ya que ese viejo que parece un mendigo no responde a la imagen de una persona ilustrada que recita versos en latín.

     --- Perdón  señor --- le dice el cura--- Pero quisiera saber de dónde viene usted.

     ---Del infierno del mundo, padre. Pero ya estoy en paz.

     Desde ese día el agnóstico tiene casa y comida en la sacristía de la iglesia de Amotape. No oficia de sacristán, pero se ocupa de los pequeños trabajos propios de ese empleo y de cuidar la finca y el rosal del jardín.  Cualquiera  diría  que el  anciano ha entrado en razón y que se ha reconciliado con  la  fe,: con la fe del sacerdote amante de su madre, con  la  fe  de  su hermano Cayetano Carreño, a quien siempre llamó “chupa cirios”.  Pero no es así: Simón Rodríguez continúa  leyendo  a  sus  agnósticos  y  sigue  con   la  rara  costumbre  de  pasearse  desnudo. El buen cura de Amotape le tiene paciencia  y  soporta  estoicamente  las  extravagancias  del  anciano.

     Así llega ese día, ese atardecer en Amotape, que será el último para Simón Rodríguez. Es el 28 de de febrero de1854. Hace rato que el viejo y el cura caminan por la huerta y después por el jardín, hablando de las cosas de este mundo. Esa tarde, el cura hace un último intento por convencer al agnóstico.

     ---La  Santa  iglesia  puede  recibirte  aún…

      ---¿ Para  qué  querría  a un  hombre  como  yo?

      ---Todo  hombre  es  una  criatura  sagrada  para  Dios.

      --- Fueron  muchos  mis  pecados, fueron  muchas  mis  culpas

       --- reflexiona  en  voz  alta  Simón  Rodríguez.

       ---El  perdón  es  divino.

       ---¡ Quisiera  creer,  padre,  se  lo  juro! ;pero  soy  un  devoto  (tal vez muy ingenuo, tal vez muy ignorante) de  la  Razón  universal.

     ---El  es  la  Razón--- razonó  desde  la  fe  el  cura  de  Amotape.

     Fue entonces, en  el momento más luminoso  del  crepúsculo, cuando  la  cara  del  anciano  se  iluminó.

     ---¡ El  está  allí, padre!  El  me  vino  a  buscar…

     ---¿Quién ? --- preguntó  el  cura  sorprendido  al  ver  que  los  dos estaban  solos.

     ---Bolívar.  Yo  sabía  que  él  iba  a  venir. Lo  estaba  esperando.

     ---No  hay  nadie  aquí,  Simón.

    --- ¡El  está  aquí!

     Le  costaba  respirar. Le  dolía  el  pecho  como  si  le  hundieran  un cuchillo

     ---El  fue  el  hijo  que  no  tuve ---explicó  el  viejo--- Y   fue  mi padre  también.

     Cayó  de  rodillas. El  cura  lo  sostuvo  en  sus  brazos  e  imploró frente  al  incrédulo.

     ---Tienes  tiempo  todavía… El  Señor  puede  escucharte  aún.

     ---Mi  tiempo  ha  terminado  padre. Me  voy  con  mi  discípulo,  que  ahora  es  mi  maestro.

     Creyó  que  estaba  otra  vez  con  Bolívar  en  el  Monte  Sacro.

     ---¡ No  olvidé  tu  juramento  Simón,  hijo  mío !  dijo  el  viejo  antes  de  caer  a  tierra,  junto  a  una  rosa  del  atardecer.

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sábado, 26 de octubre de 2013

Simón, el expósito


                                                                          

    Don  Simón Rodríguez, según la mayoría de nuestros historiadores, nació en Caracas el 28 de octubre de 1.771, en condición de niño expósito.

     Niño expósito se le dice a  aquellas criaturas, que recién nacidas las abandonan, como sucedía con frecuencia en esa época,  sus progenitores u  otro familiar, por lo general en las horas ocultas de la noche, en la puerta de un hospicio, en un convento o en cualquier paraje público.

     Sucedió entonces que a la casa de habitación del cura Carreño ubicada en el centro de Caracas, a cuatro cuadras de la Plaza Mayor (Hoy Plaza Bolívar), llegaron algunos desconocidos durante la medianoche, tocando con fuerza, antes de huir con la complicidad de la oscuridad, el sólido portón cerrado.  El  levita y su grupo familiar salieron de adentro al escuchar el llanto de un  bebé abandonado. Después de abrir la puerta, el párroco recoge del suelo un hermoso “Moisés” y  dentro de él un lloroso niño cubierto de finos y sedosos pañales,  también encontraron dentro de la cesta unas cuantas morocotas de oro y adherida a ella, una nota que decía lo siguiente;  “Se llama Simón Narciso de Jesús, nació el  28 de octubre y  no ha sido bautizado. Era para este momento la media noche, entre el 28 y el 29 de octubre, que según el santoral, corresponde a la festividad de San Simón y la de San Narciso. De inmediato el sacerdote buscó localizar a las mujeres recién paridas más allegadas a la casa parroquial para que amamantaran al niño abandonado. Por  cierto, cuatro años después apareció en la misma casa y en las mismas condiciones otro niño expósito, quien llevaría el nombre de Cayetano Carreño, su hermano de crianza; mas  no   consanguíneo. Don Cayetano Carreño llegó a ser un respetable ciudadano y un sobresaliente músico.

     El padre Carreño quien tuvo la bondad de recoger a Simón Narciso, el hijo de la noche y de la oscuridad, lo llevó luego al Registro Eclesiástico (para esa época no existía el Registro Civil) y  a través de la Fe de Bautismo se hizo constar los datos sobre la fecha de nacimiento del niño Simón Narciso. Le puso como primer apellido el suyo propio y el segundo apellido lo escogió al  azar. El de Rodríguez como le ha podido poner el de González, Espinal, Bolívar y otros, ya que nada tenía que ver  el  tipo de sangre que corría por su cuerpo,  con aquellos apelativos.

     Cuando ya adolescente Simón Narciso de Jesús recorría las coloniales calles capitalinas y durante las retretas en los días festivos en la Plaza Mayor, donde acudían las encopetadas damas  y caballeros de la sociedad caraqueña, el futuro Samuel  Róbinson, se preguntaba:  ¿Cuáles de estos jóvenes que por aquí caminan serán mis  verdaderos  hermanos. Y cuál de estas linajudas damas del mantuanajes,   será mi auténtica madre?

     No obstante al costo social que representaba ser un hijo de nadie, sin bienes de fortuna alguna y de ser un simple maestro de escuela, desprecio este que en nuestros días (maestrico aún me llaman algunos conocidos en forma despectiva) soportamos los que escogimos la noble misión de la enseñanza.

     Nuestro protagonista, el mozo del  Guarayra  Repano, supo sortear todos esos abatimientos, ganándose sorprendentemente un gran respeto y estimación en esa aristocrática sociedad e incluso ser reconocido como un Ilustre Maestro.  Continuaremos.

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Bibliografía:

La Isla de Róbison: Arturo Uslar Pietri.-----Diccionario de La Psique.------Diccionario de la Lengua Española (DRAE).

                                                                            

                                                                              



     

¡ A mundo ! . Esos Maestros de antes.


                                                                    
Luis Beltrán Prieto Figueroa le entrega el titulo al Profesor Emmanuel ¡ A mundo !


     Ante la infeliz  --Juerga Universitaria--,  que busca paralizar y destruir a mi país, me permito entonces interrumpir la secuencia de mis trabajos históricos y escribir este recordatorio.


     No hay duda que el destino del hombre depende en gran parte del proceso de enseñanza-aprendizaje  y  sobre manera, quienes la imparten, es decir, los educadores. La educación como todos sabemos, es la transmisión de la cultura de una generación a otra y cultura es todo lo  valorativo que hace el hombre, superando siempre lo que hacemos hoy a lo de ayer. Pero la educación, aparte de transmitir, tal como nos lo señalara un viejo y eximio pedagogo en uno de sus escritos  “debe desempeñar también otro papel, el de ser una especie de filtro sanitario que intente retener  la hez de la mala condición humana, y dar paso hacia el presente y hacia el futuro a sólo aquel limo fecundante y útil para la realización integral del hombre”

     Nadie puede, empero, vivir sólo del pasado. El presente sobre todo, juega un papel decisivo. De allí que sea necesario tener ahora, docentes idóneos que cumplan dignamente su deber. Que sigan los senderos de  --Esos Maestros de Antes--, que lo daban todo por el engrandecimiento de la Patria, que no conocieron paros  y menos pasar por ese desvergonzado hecho de cobrar sin trabajar.

     Esos maestros de antes cumplían horarios  que iban más allá del tiempo establecido, sin pasarle jamás factura al Estado por las horas laborables. Cuando tomaban el “Calendario Escolar”, lo hacían para trabajar en la planificación (anual, mensual y diaria) y no para buscar el día de hacer  “puente”. ¡Claro !, porque esos héroes de la docencia tenían una elevada concepción del cumplimiento de su misión redentora y pedagógica.

     Aún me parece oír  al Director del viejo Pedagógico de Caracas,  en  el acto de recibimiento de los aspirantes a ser profesores de Educación Media, cuando con palabras más o palabras menos, nos dijo:

¿ Quienes deben venir al Instituto Pedagógico Nacional ?. Respondiendo él mismo de esta manera:

                                                  

                                               Los jóvenes física y espiritualmente sanos.


                                                Los jóvenes para quienes el ideal de ser útiles

                                                a la Nación esté por encima de cualquier otra

                                                            consideración.


                      Los jóvenes que desean asegurarse una existencia decorosa; pero sin pretensiones de lujo ni afán de lucro.

            

                    Los jóvenes que posean espíritu de disciplina y de  superación constante y anhelen una nueva República, unida, fuerte y solidaria.


                     Quienes no posean tales atributos, no deben venir al  Instituto Pedagógico.

     Finalmente: Para buen entendedor; sobran las palabras.-.


                                                 Las Promociones de antes. ¡ A mundo !


                                                                            


     Siempre he visto con preocupación desde mis últimos años como profesor activo, los llamados padrinos y nombres que llevan las promociones de los alumnos que egresan de nuestros liceos venezolanos.

     En la actualidad observamos que los jóvenes, con sus excepciones por supuesto, no buscan en sus escogencias a personas que reúnan la integridad de un hombre, por ejemplo, como el finado médico Francisco Torrealba.

     El sabio  Torrealba + vivió en forma muy humilde en su tierra guariqueña, entregado a erradicar el  infestado campos venezolano de entonces  con   “El Mal del Chagas” y quien viniera a Barquisimeto a comienzo de los años sesenta a asistir a los actos de la  “Promoción de Bachilleres” que llevaba su nombre en el Liceo Lisandro Alvarado, con los gastos de alojamiento pagado en su totalidad por los propios alumnos, ya que su pobreza en dinero y  su rectitud de hombre probo no le permitían prestarse a los llamados “Bonches Etílicos” de ahora.

     Esos bachilleres de antes buscaban nombres esclarecidos para sus promociones, porque de una u otra manera se identificaban con el personaje escogido y  a quienes siempre trataban de emular. Se seleccionaban hombres y mujeres que con su ejemplo los orientaran hacia una vida digna; hombres y mujeres dados por entero al servicio de la Patria que los vio nacer.

     Por tal recuerdo al  Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa cuando en el viejo Pedagógico de Caracas el magister dixit:  “ Quien no tiene mente limpia no puede acercarse a los jóvenes para conducirlos; quien no tiene corazón sincero es incapaz de inspirar sinceridad  a los jóvenes” .- Avergüénzate joven, decía Ingeniero, de torcer tu camino, cediendo a tentaciones indignas. Si eres poeta, no manches la túnica de tu musa; y si eres maestro, no engañes.


                                                              emplugones33@gmail.com.


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viernes, 3 de mayo de 2013

Páez, un Rey sin corona.-


    Emmanuel P. González Espinal.-

Así como la pampa argentina creó al militar y político Juan Facundo Quiroga (1.793—1.835) y luego inmortalizado por Domingo Faustino Sarmiento en su conocida obra literaria “Facundo”, Páez es el tipo representativo de los llanos de Venezuela. El llanero es el hombre apenas civilizado, “bravo como sus toros, violento como su caballo”, suspicaz, ávido de paisaje y de emociones, dispuesto siempre a jugarse la vida y el destino sin ternura, voluptuoso y heroico, desprendido e individualista. “Del beduino ha tomado el orgullo y el sentido nómada, del andaluz la jactancia y del negro el gozo”. Y como canta la copla llanera: “Sobre mi caballo yo y sobre yo, mi sombrero”.

     Me permito ahora agregar como yaracuyano de crianza en este modesto trabajo dedicado al “Centauro de los llanos” que el héroe de las Queseras heredó también su bravura de los indios Jirajaras del Yaracuy florido y que poco se conoce y habla. Páez llegó desde muy niño a la tierra indómita de los Jirajaras yaracuyanos. Allí creció y pasó su adolescencia hasta hacerse hombre adulto. Y luego por cuestiones del destino se vio envuelto entre Yaritagua  y  Sabana de Parra en un encuentro armado cuando unos delincuentes trataban de quitarle el dinero que  portaba, viéndose obligado a defenderse y matar a uno de sus adversarios y no le quedó otra solución para evadir el posible castigo judicial que salir huyendo a ese mundo sin leyes como era la región llanera de ese entonces ( Veamos mejor ya al final de este trabajo, la narración de este pasaje heroico que nos narra el mismísimo General José Antonio Páez en su AUTOBIOGRAFÍA ).

     Así recoge el Himno del Estado Yaracuy,  la intrepidez de nuestros indios Jirajaras.
                           
                             Mientras riegues mis valles el río
                                    Yaracuy que su nombre me ha dado,
                                    De la Unión Federal seré Estado
                                    Y mis pueblos tendrán su albedrío.
                                    Y si el ado fatal me obligara
                                    De la Patria a no izar la bandera
                                    Que perezca mi raza altanera
                                    Cual mi tribu inmortal Jirajara.

     Cifra y símbolo de esos dos grandes pueblos que libraron tantos gloriosos combates y que desde las bocas del río Yaracuy y del Orinoco hasta los páramos del Alto Perú llevaron el alegre pendón de la libertad.

                                     De Bolívar la fúlgida estrella
                                            Con denuedo mis hijos siguieron.
                                            Y mis fueros sagrados hubieron
                                            En aquella sangrienta epopeya.
                                            Persiguiendo al audaz español,
                                            Mil guerreros en triunfo llegaron
                                            Al Perú que también libertaron,
                                            Donde tuvo su templo El Sol.

          Fue José Antonio Páez, mestizo genial, de ojos pardos, pelo rubio, gruesos labios, anchos hombros y de poca altura y reconocido en su tiempo de guerrero como la mejor lanza venezolana.(del mundo, dijo Bolívar).

     Nacido en el corazón de los llanos y criado en la tierra bravía yaracuyana de los indios Jirajaras  toma de ellas su valentía y la audacia. Y del inhóspito paisaje llanero le llega el amor a la existencia nómada, al peligro y al azar. Del llanero también tuvo esa vigilante suspicacia que se convertiría, durante los años presidenciales, en consumada habilidad política. Cautela y desconfianza, fecundidad en ardides, presteza al concebir, resolución al ejecutar, cualidades que le valieron autoridad y éxitos como jefe de guerreros, y más tarde como Presidente de la República.

     Páez es después de Bolívar, la primera figura de Venezuela, con la circunstancia de que el Libertador, por su genio y su obra, es un personaje que desborda al país natal y pertenece a toda América y al mundo entero. En tanto que Páez es el arquetipo de la disgregación de La Gran Colombia y de la creación de la Tercera República, el que echa las bases de ese nuevo Estado, el que le fija su personalidad oligárquica..

     Páez le permitió a la oligarquía que actuara a su antojo, o como dijo el mismo Gil Fortoul, despachó a modo de una Monarquía Constitucional, es decir: la de un Rey sin corona  -- manda;  pero no gobierna --.
     En su AUTOBIOGRAFÍA (pag. 15 y16) J.A Páez, nos dice: “El 13 de junio de 1.790 nací en una muy modesta casita, a orilla del riachuelo Curpa cerca del pueblo de Acarigua… Tenía ya ocho años cuando ella (su madre María Violante Herrera) me mandó a la escuela de la señora Gregoria Díaz, en el pueblo de Guama ( Yaracuy) y allí aprendí los primeros rudimentos de una enseñanza demasiado circunscrita…  Mi cuñado me sacó de la escuela para llevarme a su tienda de mercería…  Con mi cuñado pasé algún tiempo hasta que un pariente nuestro, Domingo Páez, natural de Canaria, me llevó en compañía de mi hermano José de los Santos a la ciudad  de San Felipe (YARACUY), para darnos ocupación en sus negocios… Mi madre que vivía en el pueblo de Guama (Yaracuy) me llamó a su lado el año de  1.807 y por el mes de junio, me dio comisión de llevar cierto expediente sobre asunto de familia á un abogado que residía … cerca de Cabudare /Lara). Debía además conducir  una regular suma de dinero. Tenía yo entonces diez y siete años y me enorgullecía mucho con el encargo, tanto más cuanto que para el viaje se me proveyó con buena mula, una espada vieja, un par de pistolas de bronce  y doscientos pesos destinados a mis gastos personales. Acompañábame un peón… Ninguna novedad me ocurrió a la ida;  mas al volver a casa…  no tardó en presentarse, pues al pasar por el pueblo de Yaritagua (Yaracuy),  entré  en una tienda de ropa a pretexto de  comprar algo, y al pagar saqué sobre el mostrador cuanto dinero llevaba, sin reparar las personas que había presentes…  y seguí  viaje, entrando por el camino estrecho… de Mayurupí. No bien seguí avanzando… cuando a la izquierda del camino salió… un hombre alto a quien siguieron otros tres que se  abalanzaron a  cojerme  la mula por la brida. Apenas lo habían hecho cuando salté yo al suelo por el lado derecho pistola en mano. Joven si experiencia alguna de peligros… sin embargo,  me sentí animado de extraordinario arrojo… y en  propia defensa resolví venderles cara la vida. El que parecía jefe de los salteadores… tenía en una mano un machete y en la otra el garrote. Tal  vez creía que no me atrevería yo a dispararle, porque cuando le decía que se detuviera, no  hacía caso… cuando estábamos cosa de veinte varas distantes de sus compañeros, se me arrojó encima, tirándome una furiosa estocada con el machete. Sin titubear disparé el tiro… y (la bala)  la recibió en la ingle…  A las cuatro de la mañana llegué a casa sumamente preocupado y no comuniqué lo ocurrido a otra persona mas que a una de mis hermanas. Permanecí allí tranquilo por algunos días, hasta que principiaron a esparcirse rumores de que yo había sido el héroe de la escena del bosque. Entonces sin consultar a nadie, e inducido solamente por un temor pueril, resolví ocultarme y tomando el camino de Barinas, me interné hasta las tierras del Apure, donde deseando ganar la vida honradamente busqué servicio en clase de peón, ganando tres pesos por mes en el hato de la Calzada perteneciente a don Manuel Pulido”.

                                                                                                            emplugones@hotmail.com












                                   

          

sábado, 27 de abril de 2013






Las Cinco Repúblicas. Venezuela

                                                     Emmanuel P. González Espinal.-

La Primera República.-
Don Cristóbal Mendoza
     
     La primera República se fundó el 5 de julio de l.811. Don Cristóbal Mendoza presidió el poder ejecutivo, conformado `por un triunvirato, por tal se le reconoce como el Primer Presidente de Venezuela, aunque algunos historiadores señalan más bien a su suplente Manuel Moreno de Mendoza, quien fue el que verdaderamente se encargó, ya que  don Cristóbal Mendoza, el día de su nombramiento y de la primera reunión del triunvirato se encontraba en su hacienda muy lejos  de Caracas.
     La Primera República tuvo una existencia efímera. Nació en julio de 1.811 y desapareció en julio de 1.812 con la actuación exterminadora del Capitán Domingo Monteverde.

La Segunda República.-
Francisco de Miranda
     La Segunda República también tuvo una subsistencia fugaz. Se funda en agosto de 1.813 y sucumbe en 1.814 con la presencia  y actuación del  asturiano José Tomás Boves y su libertario ejército de esclavos, es decir,  con su merienda de negros y mestizos quienes representaban a la clase social más desposeída y que sólo buscaban al lado de su querido  “taita”  durante esta guerra civil, romper las oprobiosas cadenas que le señalaba un conocido canto patriótico y que hoy es nuestro Himno Nacional.
     Cabe recordar que Bolívar anunció haber llegado a la Tercera República en su proclama del  8 de mayo de 1.816, cuando desembarcó en los Cayos de San Luis en Haití.
     “Venezolanos: He aquí el Tercer Período de la República”.
                                     Cuartel General de la Popa.
     Pero este designio del Libertador no llegó a cristalizarse porque entre 1.821 y 1.830 Venezuela, jurídicamente, pasó a formar parte de la República de Colombia (La Gran Colombia), y al dar este salto pierde su soberanía territorial y política.
      También es oportuno mostrar que nuestro Libertador Simón Bolívar en su carta profética de Jamaica (Kinston, septiembre de 1.815) había percibido la idea de unir a Nueva Granada con Venezuela y de esta manera surgiría una sola República Central que llevaría el nombre de Colombia y que en un futuro no lejano sería como país, además de grande, poderoso.
       El 14 de diciembre de 1.819 se reunió el Congreso de Angostura y allí Bolívar pronunció su famoso discurso donde entre otras, expone: “La reunión de la Nueva Granada y Venezuela es el objeto único que me he propuesto desde mis primeras armas: es el voto de los ciudadanos de ambos países, y es la garantía de la libertad de América del Sur.
     El 17 de diciembre, el Congreso de Angostura sanciona la “Ley Fundamental de la República de Colombia”, firmada por todos los diputados, según la cual Venezuela y Nueva Granada conformarían una sola República que llevaría el nombre de Colombia.
     La nueva República creada, desde el punto de vista administrativo, quedó dividida en tres extensos departamentos; Venezuela, Cundinamarca y Quito, con sus capitales respectivas en Caracas, Bogotá y Quito.
    Luego el mismo día el Congreso de Angostura nombró a Simón Bolívar Presidente de la República de Colombia: a Juan Germán Roscio, Vicepresidente del Departamento de Venezuela y al General Francisco de Paula Santander, Vicepresidente del Departamento de Cundinamarca.
    Para finalizar este recordatorio, veamos lo que nos dice el finado pedagogo e historiador venezolano, J.M. Siso Martínez. ·”Colombia más que una nación fue una idea. Nació del sueño unionista de Bolívar. Se mantuvo en tanto duraron las necesidades de la guerra, y la Constitución de Cúcuta que se dictó para regirla tuvo una vigencia precaria…  Los Departamentos conservaban casi una plena autonomía, y su dependencia de Bogotá era nominal”.
La Tercera República.-
José Antonio Páez
     Con la separación de Venezuela de la República de Colombia (La Gran Colombia) en el año de 1.830, entramos en el estudio de la etapa de nuestra historia que se conoce con el nombre  de – Tercera República -, que se extiende desde 1.830 con la Presidencia del General José Antonio Páez hasta 1.958 con la caída de la dictadura militar  presidida por el General Marcos Pérez Jiménez. 
     La llegada del año 1.830 trajo como consecuencia el final de un proceso que desde su inicio se veía venir.-- La disolución de La Gran Colombia era una muerte anunciada--.
Marcos Pérez Jiménez
     Desde el mismo momento de la creación de la República de Colombia se desarrollaron dos corrientes separatistas bajo el liderazgo de Santander en Colombia y José Antonio Páez en Venezuela. La disipación de la recién fundada República, determinó que los estados constitutivos volvieran a adquirir su autonomía territorial y política. Venezuela por su parte mantuvo como delimitación la misma de 1.777, cuando se estableció la Capitanía General, es decir, conservó el principio del UTI POSSIDETIS JURIS, que significa: Lo que antes poseías, lo seguirás poseyendo.



La Cuarta República.-   
La Cuarta República arranca con el advenimiento de la democracia burguesa –puntofijista.  Y se extiende desde los años de 1.958-1.959 hasta 1.998, final de la segunda presidencia del Dr. Rafael Caldera Rodríguez.  
Rómulo Bentancourt
Rafael Caldera
                                       

La Quinta República.-  
Hugo Chávez Frías

      La Quinta República se inicia con la  primera elección del Comandante Hugo Chávez Frías a la Presidencia de la República de Venezuela.
  El Comandante fue Presidente  Constitucional de la República  Bolivariana de Venezuela desde el 2 de febrero de1.999,  hasta el  5 de marzo de 2.1013,  fecha de su fallecimiento. 





Observación: Las Cinco Repúblicas aquí señaladas, son las etapas o períodos que hemos venido utilizando para el estudio de nuestra “Historia Patria”, algunos aficionados a esta disciplina.  
                                        
emplugones@hotmail.com

sábado, 6 de abril de 2013

III República. La Oligarquía viola la Ley de Tierras.-






Emmanuel P. González Espinal.-

     Una vez terminada la guerra de Independencia, el Libertador
insistió ante el Congreso que se cumpliera con la Ley de Tierras que
él mismo había emitido en el pleno ardor del combate.

     Como ya hemos comentados en trabajos anteriores, Bolívar
siempre tuvo el noble propósito de recompensar a sus soldados
con las tierras que se les confiscarían al enemigo, a los partidarios
del Rey de España y con las tierras de la nación y que las habían en
abundancia. Pero el gobierno oligárquico hizo mutis al ruego del
Libertador y la Ley de Reparto de Tierras que le habían ofrecido a
los soldados si luchaban y daban lo único que tenían, su sangre, por
la Patria, no se hizo efectiva.

     A partir de entonces, Bolívar sale otra vez en defensa de sus
soldados ante los viejos y nuevos acaparadores de las tierras,
pidiendo con urgencia al Congreso que se ocupara de manera
preferencial de este asunto, cuyo aplazamiento, decía, podía
ocasionar graves trastornos. Pero sus súplicas no fueron oídas y las
tierras al final quedaron en manos de los ya nombrados terrófagos.

     Ante esta situación el General José Antonio Páez acelera el
proceso y expide el Decreto de elecciones con fecha 1º. De enero
de 1830, según el cual se convocaba al Congreso Constituyente
de Valencia, a quien le correspondía la función de declarar la
separación legal de Venezuela de Colombia (La Gran Colombia).

     Como un complemento a ese decreto, Páez en su breve exposición
dice: “Habeis manifestado que quereis separaros del Gobierno
de Bogotá y no depender más de la autoridad de Su Excelencia el
Libertador Simón Bolívar.

     El Congreso Constituyente se instaló el 6 de mayo de 1830 en
la ciudad de Valencia. Allí se acordó decretar la expulsión del
Libertador, que según el diputado José Luis Cabrera, no debía
permanecer por más tiempo en tierras colombianas (La actual
Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela), precisamente los países
que su espada había liberado.



Los Vales oprobiosos.- III República.

     Tiempo después las masas populares manifiestan su descontento
por el incumplimiento de la Ley de Tierras, presión que obliga al
Congreso a adoptar el Sistema de Repartir Certificaciones o Vales.
Estos Vales como era de esperarse, fueron vistos por los soldados
que pelearon en la guerra como una burla descarada. En privado
manifestaban sus quejas y disgustos al señalar que esos Vales se
lo daban para retardar el proceso de entrega de las tierras como
propiedad o no darles absolutamente nada, como en efecto ocurrió.

     Los Vales que le otorgaron a los soldados, que dieron lo único
que tenían, su sangre, para obtener nuestra Independencia, se
ofrecían al 10% ; pero no había quien lo comprara. Luego los
fulanos próceres de la Independencia tanto militares como civiles se
aprovecharon de la situación y comenzaron a comprar los haberes
militares, es decir, los mencionados Vales a precio de gallina flaca.
De tal manera que el latifundio colonial pasó sin modificación
alguna a las manos de los Páez y otros caudillos, quienes habiendo
entrado a la guerra sin bienes de fortuna, es decir, “pata en el
suelo”; eran a poco de constituida la Tercera República los más
ricos propietarios de Venezuela. Y para el colmo de las cosas, el
gobierno oligárquico invita a los realistas exiliados, muchos de ellos
desfalcadores del erario y criminales de guerra, a regresar por la
puerta grande al país, dándoles garantías para recuperar sus bienes
y fortunas.



Los Mantuanos Crearon la III República.

     En fecha posterior por presión popular, el Congreso adoptó
el Sistema de Repartir Certificaciones o Vales a los veteranos
soldados de la guerra independentista. Luego estos Vales que se
ofrecían al 10% nadie los compraban. De inmediato surgieron los
aprovechadores y comenzaron a comprar los haberes militares,
es decir, los mencionados “Vales” a precio de gallina flaca. De tal
manera que el latifundio colonial pasó sin modificación alguna a
las manos de los Páez y otros caudillos similares, quienes habiendo
entrado a la guerra sin bienes de fortuna, es decir, “pata en el suelo”,
eran apoco de constituirse la III República los más ricos propietarios
de Venezuela. Y para el colmo de las cosas, el gobierno oligárquico
invita a los realistas exiliados, muchos de ellos desfalcadores del
erario y criminales de guerra, a regresar por la puerta grande al
país, dándoles garantías para recuperar sus bienes y fortunas.

Ellos son blancos y se entienden.-

     Los Blancos Criollos, los mantuanos o también los grandes cacaos,
tal como se les conocían, crearon la III República en 1830.

     Una vez instaurados en el poder gubernamental la incipiente
oligarquía agraria, invita a los llamados Blancos Peninsulares y
demás partidarios de la monarquía española a abandonar el exilio y
regresar al nuevo Estado autónomo de Venezuela.

     Ante ese llamado los desterrados realistas, ni tontos ni perezosos,
deciden regresar en seguida al país y se quitan las caretas de “yo no
fui” y se lanzan a la ofensiva. Sucede entonces, que como Venezuela
había perdido a muchos de sus mejores hombres en la contienda
bélica y además contábamos para esa época con una población
numéricamente hablando, muy escasa y analfabeta en casi su
totalidad y como los exiliados realistas tenían una formación socio-
cultural más elevada, se les hizo fácil penetrar en las Instituciones
claves del gobierno, de manera especial en los tribunales de justicia ,
donde de inmediato comenzaron a anular las confiscaciones de
tierras y demás bienes de los exiliados españoles y partidarios del
rey, para devolvérselos a sus antiguos dueños o a sus descendientes
que habían retornado a Venezuela.

     Toda la exposición anterior, nos demuestra que la mal llamada
Revolución Independentista no destruyó en lo básico y primordial
las añejas relaciones sociales para dar paso a nuevas formas de
vida. La Independencia significó en última instancia la sustitución
de una élite gubernamental de estirpe hispana por una élite
nacional oligárquica opresora y tiránica quienes desde la época de
la Colonia detentaban el poder económico y con la Independencia y
el establecimiento de la III República, lograron la siempre soñada
“Tiranía Doméstica” o mejor, el poder político y que ellos como si
fuera poco querían mantenerla para in saecula saeculorum. Y como
diría en su canto Carlos Puebla: Así pensaban seguir, ganando el
ciento por ciento… Pero; Volvió, Volvió, Volvió… Y el Comandante,
mandó a parar…


emplugones@hotmail.com


jueves, 14 de febrero de 2013

El Fascismo (parte II). ¿Cómo definirlo?




Emmanuel P. González Espinal

          Es del todo conocido, con la excepción de los partidos marxistas, que la  mayoría de los movimientos políticos  que han salido a las arenas de las luchas sociales y de las contiendas electorales, tanto en Venezuela como en otras partes del orbe, carecieron y carecen de una ideología definida, de un sistema ideológico, ya que sus fundadores y teóricos  jamás han elaborado un estudio filosófico, coherente, sistemático y menos científicos de sus doctrinas.  Señalábamos entre ellas al fascismo, cuya forma de gobierno  se mantuvo en las alturas del poder y también mantuvo de sobresalto al mundo durante casi un cuarto de siglo (1922-1945).

     Al no presentar el fascismo una doctrina sistemática y coherente determinó que las finalidades de los estados fascistas que se establecieron en Italia, Alemania, España y otros países, no fueran comunes ni idénticos. De allí lo difícil de englobar una definición que concretara su sistema ideológico.
     En uno de sus tantos discursos, Benito Mussolini trató de definirlo. “El fascismo es ante todo valor, intrepidez; amor al peligro, repugnancia por el pancismo cómodo y por el pacifismo cobarde”. Analizando a simple vista esta definición observamos que no se necesita ser un científico social o un politólogo  para darse cuenta que el Duce nada dice en su oratoria. Es más, en dicha expresión no hay ni el menor principio que conforme una teoría política.

     En la actual contienda electoral cuando el dirigente de la oposición de apellido D’Lima después de brincar la talanquera,  dio a conocer el programa retrógrado de la MUD conocido como el “paquetazo”, de inmediato a muchos  líderes de la izquierda revolucionaria le llegué a escuchar lo siguiente:  “… estamos ante un peligroso renacimiento del fascismo, pero es inevitable ante el empuje del neoliberalismo…”

     Comentamos. En realidad, el fascismo rechaza  y desprecia todas las  fórmulas demoliberales de laissez faire en la economía y en la ética, porque esta doctrina arruinan al Estado y enaltecen al individuo.  El liberalismo en todas sus formas es una doctrina política  eminentemente individualista, que sacrifica  al Estado en aras del individuo. En cambio el fascismo es por sobre todas las cosas antiindividualista y por consiguiente antiliberal  porque exalta la hegemonía del Estado y minimiza al individuo a la nada.

     En 1982 el finado periodista y escritor Carlos Rangel en su obra “El tercermundismo” señaló:  “…No es posible percibir que el socialismo marxista-leninista y el fascismo no eran (y no son) contrarios esenciales y polos antagónicos, como ellos mismos tal vez creyeron y en todo caso se empeñaron en hacer creer”.
Comentamos. Aunque en Alemania el fascismo para encubrirse se hizo llamar nacional-socialista, en la realidad fue un régimen profundamente antisocialista. Además esa corriente política representa (tó) una  posición filosófica que comulga más bien con el irracionalismo,  ya que cree que los hombres y los pueblos se mueven más por el sentimiento y la intuición que por la razón y de allí su hostilidad  a las ideas socialistas, ya que si alguna cosa hay que admitir del comunismo, por lo menos en teoría, es que es racionalista. A más de esto encontramos otro elemento importante que los diferencian, el económico. El régimen económico que imperó en los estados fascistas no fue socialista sino capitalista. Benito Mussolini  proclamó:  “Nosotros  afirmamos que es ahora cuando comienza el capitalismo”. Además mientras las organizaciones capitalistas se fundan en la propiedad privada capitalista de los medios de producción,  los regímenes socialistas, en cualesquiera de sus manifestaciones, buscan la transformación de la propiedad privada de los instrumentos de producción en propiedad colectiva. Asimismo las formas de gobiernos fascistas tuvieron como ideal supremo la exaltación  y  glorificación del  Estado-poder, mientras que el fin último de la teoría comunista es la desaparición del Estado.

     Los gobiernos fascistas en todas las épocas; son antidemocráticos porque se mantienen bajo la férula del terror, rompiendo con todas las reglas de la democracia (supresión de la libertad de expresión, de circulación, sindical,  de votar libremente y otros.). También son anticristianos, por lo menos en la versión que se dio en la Alemania nazi, quienes se apoyaron en la eugenesia propagando la desigualdad biológica e intelectual de los hombres y el racismo, rechazando el principio cristiano y democrático que consideran a los hombres  semejantes e iguales ante Dios. Es antiparlamentario porque  no hay en este tipo de gobierno representaciones populares a las cámaras legislativas. La potestad de legislar le corresponde al  Dictador, llámese el Duce, el Fuhrer o el Caudillo.

 En conclusión, el fascismo se caracterizó por ser un régimen antiliberal, antisocialista, antidemocrático, anticristiano y antiparlamentario. De allí que para saber lo que es el fascismo, y por todos estos anti, deberíamos definirlo más bien por lo que no es, o mejor , por su aversión obsesiva.

emplugones@hotmail.com