miércoles, 26 de enero de 2011

Colón el enigmático.



Colón el enigmático.

     Cuando en mi época de docente activo y tenía como dedicación exclusiva la enseñanza de la geografía, entonces cada vez que tenía la oportunidad de parlar con mis adolescentes hijos y con muchos de mis mejores ex alumnos sobre temas relacionados con la Historia Universal, notaba con preocupación el vacío en sus conocimientos y las falsedades de los hechos históricos que le suministraban. Me di  cuenta que la técnica de estudio que manejaban era la misma que yo recibía en mi escuela tradicional: La historia memorística, carente de análisis, de comparación, de interpretación, de selección y ordenamiento psicológico de los datos proporcionados.



Conversé entonces con algunos colegas dedicados a la enseñanza de la Historia y le plante el por qué de esa situación, cuando supuestamente los egresados de los nuevos pedagógicos del país deberían estar mejor preparados y dominar técnicas más avanzadas que las nuestras . En otras palabras, la que nos enseñaron en el viejo Pedagógico de Caracas y además que hoy en día se trabaja con menos de 30 alumnos por aula, en cambio nosotros trabajábamos con 80 y más alumnos.

Como ejemplo tomé el punto del programa referente a la enigmática vida del Almirante Colón y su trascendental hallazgo, tema que se presta para desarrollar clases más dinámicas, con debates entre otros y no lo hacen.

Los mencionados compañeros de profesión me argumentaron la imposibilidad de dar clases activas ya que el programa, para esa época, era sumamente extenso (desde la aparición del hombre hasta nuestros días) y durante el año escolar se presentan muchos tropiezos tales como paros, huelgas y otros que impiden cumplir con el programa y por esa circunstancia tenían que trabajar a toda máquina y además ellos disponían tan solo de dos horas para estudiar la vida de Colón y los demás viajes de exploración conocidos como “Los Viajes Menores” que se hicieron después de la llegada del Almirante, sumándole a esto los requisitos administrativos que exigen los Departamentos y Seccionales en estos 45 minutos de clase.

     Volviendo al punto que se relaciona con el título de este modesto trabajo de recopilación e investigación, debo entonces señalar que sobre el lugar de nacimiento y el verdadero nombre del Almirante se han ocupado brillantes hombres de letras de la cual cito algunos: Don Fernando Colón, hijo del famoso explorador, con su libro “ Historia del Almirante “, además se suman Stefan  Zueing, el barón de Humboldt, el mismo Cristóbal Colón con su “Diario de Navegación” y las trece cartas a su hijo Diego; Francisco López de Gómara, Salvador de Madariaga,, Ramón Menéndez Pidal, Germán Arciniegas, Enrique Gandía Don Arturo Uslar Pietri,  y de sobre manera, Carlos Brand con su curioso libro “ El Misterioso Almirante “.

También con frecuencia la prensa mundial con sus grandes articulistas de la actualidad,  siempre traen noticias con nuevas teorías concernientes a los posibles lugares, fechas de nacimiento y nombres del Almirante. Pero mientras más investigaciones aparecen sobre este intrépido explorador, más ensordecedoras  polémicas se arman en el mundo de la Historia- Por el consiguiente la vida del Almirante está envuelta en una maraña de misterios y contradicciones.

Desde 1.492 hasta nuestros días casi dos docenas de grandes urbes europeas reclaman ser la cuna del Almirante y otras tres pretenden poseer sus restos. Hasta las mismas ciudades mediterráneas de Italia se peleaban el derecho de ser la cuna de nuestro protagonista, subsanándose al fin cuando en el archivo del Monasterio de San Esteban, en la vía Mulcento, Génova, se localizaron documentos que contenían los nombres de Doménico Colombo, Susana Fontanerosa y sus hijos Bartolomé, Diego y Cristóforo Colombo, viviendo en Génova durante los años de 1.456 a 1.490. A partir de ese descubrimiento las demás ciudades italianas le concedieron a Génova el honor de ser la cuna de Don Cristóforo Colombo.
                                                                                                          
      Por lo antes señalado, se deduce que el tema que estamos exponiendo está suficientemente debatido. Es un trabajo muy sencillo, dirigido de manera especial a los jóvenes estudiantes, no a los especialistas. Allí no se dan soluciones a los problemas planteados. El joven, debe elaborar sus propias deducciones.

     Siempre se ha dicho que no importa donde se nace, sino donde se hecha raíces o también como lo señalara el Maestro Simón Rodríguez: “Los grandes hombres no nacen cuando los dan a luz sino cuando comienzan ellos mismos a darle luz al mundo”.

     Sobre el origen italiano del Almirante siempre se han tejido dudas y una de las razones poderosas es que Colón   nunca llegó a comunicarse ni en italiano ni en sus dialectos con sus hipotéticos paisanos, según lo manifestaron sus propios hijos y demás allegados. Se carteó con muchos italianos, entre ellos Américo Vespucio y Alonso de Ojeda; pero en castellano. Incluso escribió el apellido Vespucio en un mal italiano: Vespuchi.

     La única vez que el Almirante dijo ser genovés, fue en esa institución de derecho civil, conocida como el Mayorazgo, en cuyo documento afirma en forma vacilante lo siguiente: “Siendo yo nacido en Génova”, expresión muy blandengue en un hombre experimentado en asuntos jurídicos. Además en ese Mayorazgo, declara nuestro personaje, que sus antecesores usaron siempre el apellido de Colón, así con el prefijo de.

     Muchos consideran que con este último señalamiento del Almirante,  quedan completamente descartadas las afirmaciones que sostienen que el apellido original de Don Cristóbal es el italiano Colombo. “Tales declaraciones  contradictorias, habían de constituir un rompecabezas para los historiadores encargados de hacer concordar ambas cosas, pues ni en Génova ni en toda Italia había entonces nadie llamado  de Colón”.

     Es incierto también como opinan muchos que el apellido Colón es la forma castellanizada de Colombo, porque en español no hay ninguna dificultad para pronunciar la palabra Colombo. Aquí mismo, en Barquisimeto y en muchos lugares de Venezuela el apellido Colombo abunda desde tiempo inmemorial, sin dificultad alguna en su pronunciación.

     Llama la atención también que el Almirante nunca dio demostración de afecto hacia la ciudad de Génova. Es más, como soldado peleó al lado de Francia contra Génova en la Batalla del Cabo de San Vicente, lo que hizo exclamar al historiador Salvador de Madariaga de esta manera:” ¿Qué genovés es este que en vez de servir a Génova combata contra ella? ”.

     En una oportunidad nuestro osado protagonista manifestó: “No soy el único Almirante en mi familia “. Investigaciones serias posteriores dieron con la existencia de un Almirante francés nacido en Córcega de apellido Coulon (en francés se pronuncia Colón) y posible padre del histórico navegante a  quien le enseñó los secretos del mar. Este Almirante se convirtió luego en un pirata perseguido por la justicia. Quizás esta mancha en su familia lo obligó a ocultar su origen. De ser cierta esta afirmación, el lugar de nacimiento del señor Cristóbal sería Córcega, región que también reclama su cuna.

     Tenía razón Don Salvador de Madariaga cuando decía: “Colón da a veces nombres distintos a cosas iguales y nombres iguales  a cosas distintas “y Don Fernando Colón cuando nos dijo que su padre  “tanto menos conocidos, quiso que fuera su origen y patria “. ¡Y bien que supo hacerlo!

                    ¿Cuál es el verdadero apellido del Almirante?

     El señor Cristóbal como ya lo hemos comentado nunca firmó Colón como su verdadero apellido o nombre de familia ni por equivocación y menos Colonus ni Colombo como tanto se ha especulado. Siempre se dio a conocer como el Almirante y en su ausencia algunos lo llamaban el “extranjero”. Cuando le preguntaban por qué sólo se hacía llamar el Almirante, enseguida respondía: “Pónganme ustedes el nombre que quieran,  expresión esta, que revela que el nunca utilizó su verdadero nombre.

     Para complicar más las cosas el Almirante siempre usó una  rara firma, un logogrifo. A sus hijos les ordenó en el Mayorazgo que firmaran con el susodicho logogrifo, orden que no acataron.

     El logogrifo es un triángulo doble y el hexágono es un conocido símbolo hebraico que tiene por base el llamado “Emblema de David “. De allí la posibilidad de un origen judío en nuestro personaje, y razón más que suficiente para ocultar a sus ancestros. Los Reyes Católicos no le iban a entregar la gloria del hipotético descubrimiento de América a un judío converso.


     Hasta el presente nadie ha podido descifrar el significado de dicho logogrifo. Cuentan que el día que se logre, se sabrá el nombre del “Enigmático Almirante “.

Logogrifo que  contiene la enigmática  firma de Colon.


Emmanuel P. González Espinal
emplugones@hotmail.com


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